Alberto Plaza
11/10/2003
La noche de los mil aullidos,
La ruta que conduce a un solo camino,
La noche donde vive la palabra del que ha muerto,
El camino de la resurrección.
Grítale a la luna, como un lobo, GRITALE,
Dile que aquí estamos,
Dile a la sorda luna que no nos vamos,
Grítale a la luna, o muere esperando por ella.
Ya es de noche y el sol no se esconde,
De día, y la luz es gris, tenue y fría,
Ya oigo la trémula voz del miserable mesías,
Ya oigo sus pasos, ya escucho la ronca voz de la brisa.
Grítale de una vez coño, grítale a la puta luna,
Ella algún día va a escuchar,
Tiene que escuchar ¡Así Muera! Lo hará.
La noche sin sus tristes aullidos,
La ruta oscura de un solo destino,
Mueres si ella te lo pide,
Eres capaz luna, de morir tú por mí.
Te grito y espero tu respuesta,
Lloro y escupo a tu delicadeza,
Escucho los débiles pasos del mesías,
Del que predica la muerte, del mesías su voz.