Robert Capa dijo una vez algo muy parafraseado y que yo voy a citar, tal vez no sea la frase original pero así es como yo la conozco: "Si tus fotos no son lo suficientemente buenas es porque no te has acercado lo suficiente" y en esa línea, siguiendo los consejos de Capa y de mi Favorito Bresson comencé a reconocer que es, entre tantas cosas, entre tantos estilos, entre tantas formas lo que más me da placer de la fotografía: la calle, lo urbano, ese contacto con las cosas que están allí pero das por sentadas, ese aroma que tiene el olor de lo que sea a lo que huela la calle, el contacto con la gente, con lo que hace, con lo que deja, con lo que muestra, con lo que oculta, esa sensación de ser un completo desconocido intentando captar y conocer la vida de quienes lo evaden, el lente apuntando a cualquier dirección buscando siempre el detalle imperceptible para el diarismo, para la monotonía, para lo común, esa instantánea que convierte lo vulgar, lo cualquier cosa, en algo hermoso, en algo trascendental. No soy un experto, en fin, creo que nadie lo es, puedes salir cinco días seguidos a la misma calle, y siempre habrá algo nuevo a que fotografiar, eso es lo que amo de la streetphotography, acercarte a la gente y sus vidas, ser un curioso coleccionista de detalles. En la fotografía de calle tienes que estar cerca, tienes que estar allí, delante, justo delante del objeto, por eso traigo a Capa, y por eso soy del club de fan del maestro Bresson, aún me falta, no soy como ellos, tampoco quiero serlo (por lo menos en estilo), solo intento utilizar cualquier cámara que cargue encima para captar a la gente, algunas veces me distraigo con un farol, con una cadena en una puerta, con algún edificio, o simplemente con una alcantarilla en la acera. El fin final en esta vida es ser feliz, todos lo buscamos de la forma que creemos correcta o simplemente, de la forma que conocemos, mi búsqueda esta detrás de una cámara, allí está mi fin final, ser el que aprieta el obturador, ser el que ve detrás del visor...
Vas caminando, por una calle, y otra, algunas puertas, el sol ilumina un farol y no puedes detener la caminata, hay algo en los pies que te impide parar, solo tienes tiempo para apuntar, ajustar algunas cosas en el aparato y flickr, doblas en una esquina y observas como el sol ataca sin piedad una vieja estructura de barro y coral, una vez mas algunos ajustes y flickr, asi me pase todo un dia, junto a otro grupo de curiosos con camaras en mano haciendo click a todo lo que fuese interesante o dicho en otras palabras: fuera del comun denominador.
Un consejo que recibí una vez siempre lo he tenido presente, jamás guardes la cámara hasta que ya no tengas batería, o ya no estés en el lugar, siempre puede surgir algo que necesite ser fotografiado, a lo último, después de estar toda una mañana y parte de la tarde recorriendo el casco histórico por una ventana apenas abierta apareció una bodega, un chiringuito pequeño por donde la luz del sol invadía por todos lados. Nunca falta el personaje del pueblo, artista, bombero, soldado, medico, enfermera o héroe que todos conocen pero que nadie admira sino hasta que este ya esté muerto, a.k.a Javier La Rosa un maestro de la escultura y el arte en el puerto.
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